La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió el 19 de agosto la resolución 2/25 que llama a sus Estados miembros a “garantizar los derechos de las familias y personas con vínculos afectivos de las privadas de libertad”.
La CIDH subraya el derecho al “mantenimiento de los vínculos familiares como un elemento para la reinserción social” y “para mejorar la convivencia en detención”; e indica que se debe “facilitar visitas” con “periodicidad, modalidad y duración” señalados en reglamentos.
En el fallo, la CIDH llama a “implementar acciones” para que los familiares de las personas privadas de libertad “tengan acceso a la información” sobre la “situación en detención de su familiar” sobre el “lugar de alojamiento, traslados, estado de salud, requisitos y condiciones para las visitas, y condición de incomunicación”.
También señala que existen los siguientes derechos:
-Comunicar de manera inmediata el fallecimiento de una persona familiar detenida, sus causas e investigaciones iniciadas.
-Investigar y sancionar toda forma de violencia y discriminación contra los familiares en su interacción con el sistema penitenciario.
-Reconocer el derecho de las personas encarceladas a ser privadas de libertad en espacios cercanos a sus familias, tanto para los privados como para sus familias.
La resolución pide que en las “visitas entre personas detenidas y sus hijos o hijas”, los “Estados deben permitir contactos directos” y “asegurar que las prisiones cuenten con instalaciones apropiadas para reunirse que incluyan espacios amigables para niñas y niños de corta edad”.
La resolución va dirigida a todos los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) y fue aprobada en el marco del 193º periodo de sesiones. “Constituye el primer pronunciamiento en el ámbito del Sistema Interamericano de Derechos Humanos sobre la materia”, indica la nota de prensa de la OEA.
En la nota, se advierte que los familiares sufren afectaciones sociales, económicas y emocionales, ruptura de lazos de protección, obstáculos para mantener contacto adecuado y pérdida de cuidados, así como discriminación y estigmatización.