La Agencia Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA) anunció este martes la implementación del nuevo Reglamento a la ley de Fomento a la Inteligencia Artificial y Tecnologías, señalando que un aspecto clave es la “libertad sin restricciones para creadores y empresas”.

Según la ANIA, desarrolladores, investigadores y empresas salvadoreñas y extranjeras disfrutarán de “total libertad para explorar, modificar e integrar modelos de Inteligencia Artificial”, algoritmos y softwares de código abierto “sin barreras innecesarias”.

En X, dejó claro que no prohibirán “las aplicaciones de alto riesgo” y que, al contrario, ofrecen “salvaguardas para proteger a los innovadores de responsabilidades indebidas” para que los “experimentos” controlados “puedan prosperar sin temor a represalias”.

En su mensaje, la ANIA comparó la nueva regulación con la ley de la Unión Europea (UE) señalando que la normativa europea “impone cargas de cumplimiento que pueden frenar a las empresas emergentes y disuadir la inversión” y que la salvadoreña “minimiza la burocracia, ofrece protecciones para el uso de datos de dominio abierto y exime de investigación no comercial de medidas restrictivas”.

La ANIA es una institución con personalidad jurídica y patrimonio propio creada a través de la Ley de Fomento a la Inteligencia Artificial y Tecnologías, aprobada el 26 de febrero de 2025 y vigente desde el 11 de marzo de 2025. Su director es Mario José Flamenco Rivas, exoficial de la Oficina Nacional del Bitcoin, que es dirigida por Stacy Herbert.

Con la regulación, todos los desarrolladores y operadores de Inteligencia Artificial que no tengan fines comerciales deben inscribirse en el Registro Nacional de Desarrollo, Innovación y Aplicación de IA, con lo que gozarán de “salvaguardas” como evitar medidas judiciales que limiten el uso de datos de dominio abierto para inteligencia artificial generativa o innovaciones legales, o eximir de responsabilidad por errores en actividades experimentales.

Por otra parte, la Ley de tecnologías robóticas, vigente desde el 29 de julio, busca impulsar la robótica en espacios de acceso público, cuidado de personas, transporte de personas o mercancías, e interacción en actividades sociales. Los desarrolladores de tecnología robótica también deberán acatar normas establecidas por la ANIA.