El aniquilamiento de una lancha en aguas territoriales del Caribe, que procedía de Venezuela con 11 tripulantes y un cargamento de droga, según la versión que ha difundido el Departamento de Estado norteamericano, es para América Latina una muy mala señal.
Resulta innegable que el narcotráfico en América Latina (y en el mundo en general) tiene tentáculos por todos lados. Millones de vidas se extravían y se pierden porque las drogas los descarrilan y los atenazan.
Estados Unidos es un apetecido mercado donde se consumen muchas drogas en los diferentes grupos etarios y en los distintos estratos sociales. Eso no es un secreto. Hay innumerables estudios que así lo acreditan. Por eso no es extraño que desde países como Colombia y México las complejas redes del narcotráfico insistan en penetrar el mercado norteamericano.
ataque militar estadounidense en aguas del Caribe, de acuerdo a la versión norteamericana, es un claro mensaje de que la potencia militar más significativa del planeta, en este momento, procede a discreción en casi todos los temas.
¿Es que ya está tomada la decisión para intervenir en el territorio de Venezuela? Un sector de la oposición venezolana (el que expresa María Corina Machado) está jugando con esa expectativa, imaginando que algo así podría llevar a ’liberar’ Venezuela del régimen que encabeza Maduro. Nada más ilusorio que eso. Maduro, y el chavismo en general, son ‘criaturas’ del sistema político venezolano y su superación es tarea y competencia de las fuerzas políticas de ese país.
Solo hay que recordar algunas de las intervenciones militares norteamericanas en Centroamérica, para comprender que son nefastas y desordenan las trayectorias institucionales de los países.
Las varias intervenciones que ha tenido Nicaragua (1912-1925; 1926-1933 y 1980-1989 ―por interpósita mano de la Contra nicaragüense―) son testimonio de los efectos negativos que provocaron.
El desafío de Sandino y sus columnas guerrilleras, entre 1927 y 1934, nace del rechazo frontal a la intervención norteamericana y del pliegue a la gran potencia del norte por parte de liberales y de conservadores. El accionar de esa pequeña y aguerrida tropa campesina que exasperó a los norteamericanos, logró abrirse paso en condiciones muy difíciles y nunca abandonó su reivindicación de rechazar la intervención norteamericana. Cuando esta cesó, Sandino y algunos de sus compañeros fueron asesinados, en 1934.
O qué decir de la intervención norteamericana en 1954 que derrocó al legítimo y legal gobierno encabezado por Jacobo Arbenz y que sirvió para instalar a Castillo Armas. Por eso no es de extrañar que, en 1960, el 13 de noviembre, un grupo de oficiales guatemaltecos (Marco Antonio Yon Sosa, Luis Augusto Turcios Lima, Luis Trejo Esquivel, Alejandro de León…), con preparación en Estados Unidos como rangers, animaron un alzamiento militar que no prosperó y que en 1962 derivó en la conformación del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre, la instancia guerrillera que inició el proceso de lucha armada en Guatemala.
Maduro, en su típico estilo histriónico ha anunciado que, si Estados Unidos interviene, en Venezuela se iniciará el ‘período de la lucha armada’. Quizás este señor no ha sopesado la dimensión de algo como eso.
Maduro olvida que su mandato presidencial es ilegítimo e ilegal: hizo fraude en las elecciones de 2024 y dio la espalda a las voces sensatas (de adentro y del exterior) que pedían revisar eso. Es decir, está solo.
Daniel Ortega acaba de declarar su apoyo, en realidad el vencido Ortega delira. Cuba es un país exhausto, pasa largas jornadas sin agua y sin luz, ¿qué podría hacer? El Movimiento al Socialismo, en Bolivia, salió descalabrado en las elecciones y perdió la brillante oportunidad de llevar a Bolivia a una época de bienestar y de libertades. Petro está que sale (por la vía electoral) dada su errática gestión y los continuos escándalos. No hay más: Maduro está íngrimo en la llanura. Porque ni China ni Rusia ni Irán ni Turquía se meterían a ese avispero.
Y México? Casi que está pegado a las cuerdas frente a la presión norteamericana. ¿Brasil? Es el único país que podría levantar la voz, pero Maduro despreció la mediación de Lula hace un año.
Una intervención norteamericana en Venezuela es inaceptable y nadie en su sano juicio la va a respaldar, pero ese régimen que encabeza Maduro está arruinando Venezuela y a millones de venezolanos, de adentro y de la diáspora. Ya la cháchara no funciona, es la hora del talento político y la audaz creatividad. ¿Hay en Venezuela algo de eso aún?
Donald Trump, así como decidió atacar a Irán, y ya, así acaba de destrozar (según la versión de su gobierno) esa lancha en aguas territoriales del Caribe, y ya. Habría que leer bien cuál es la real connotación de ese despliegue militar cercano a Venezuela. Entrar en Venezuela y estacionarse allí no es algo que sea factible para un país como Estados Unidos, con una administración histérica y un tanto alocada, que tiene en estrés a su economía (y la de muchos otros países) y con los pelos de punta a su ciudadanía progresista. ¿Querrá hacer la torpeza de Putin en Ucrania? ¿Querrá entrar a ‘extraer’ a Maduro y a Cabello como hicieron las tropas norteamericanas con Noriega en Panamá en 1989?
*Jaime Barba, REGIÓN Centro de Investigaciones