Hemos entrado en un nuevo panorama educativo en donde el presidente Bukele ha nombrado como ministra de Educación a la doctora y militar Karla Trigueros. Lo primero que hizo fue visitar algunas escuelas deterioradas, aunque la sorpresa es que ha impuesto nuevas medidas en los centros escolares públicos con una pizca al estilo militar.
El uso de medidas disciplinarias ayuda a transformar la educación salvadoreña, exhortó el presidente Bukele. El llevar el uniforme limpio y planchado, el cabello recortado, enseñarles a los alumnos a saludar es parte de las nuevas disposiciones a cumplir en los centros educativos. Es una obligación y se están cumpliendo. La vigilancia, el control y la corrección ayudan a tener mejores ciudadanos.
He escuchado diferentes puntos de vista sobre el nombramiento de la ministra y cuáles son sus primeras reglas a cumplir. Creo que es importante educar primero a los estudiantes y luego ir transformando los planes estratégicos en educación. Recordemos que la educación salvadoreña pública tiene muchos problemas con la calidad educativa.
Aún no sabemos qué cambios se implementarán en la currícula educativa, lo que se percibe es que desean que haya disciplina, orden y respeto en los centros educativos públicos. Enhorabuena, esperemos los resultados.
En algunos colegios siempre han cumplido las normas y reglas. El alumno llega pulcro al colegio, con peinado acorde y uniforme bien planchado. Así como llegan al colegio, lo hacen cuando van entrando a las puertas de su casa. Limpios y ordenados.
En los colegios es otro mundo, otro tipo de estirpe. No es que sean más educados, lo que sucede es que en el mismo colegio les imponen reglas a cumplir. Si usted llega a un aula los alumnos rápidamente se ponen de pie y saludan. A las alumnas no les permiten andar con pendientes o aritos y no se les permite el maquillaje. En los colegios la disciplina es diferente.
Con las nuevas disposiciones, las cuales no son nuevas en el país; ya que, en tiempos del expresidente Maximiliano Martínez implementaron esas mismas reglas en las escuelas. La ciudadanía está preocupada debido a que piensa que se pueda militarizar la educación. Martínez lo hizo con la misión de formar ciudadanos obedientes y patriotas. Algunos piensan que hasta incorporarán el servicio militar obligatorio. La vox pupuli manifiesta que, si esto lo hubiesen implementado, no se hubiese tenido la proliferación de las pandillas.
Desde que Manuel Carreño escribió el Manual de Urbanidad y buenas maneras, la sociedad tuvo un cambio significativo. En las escuelas fue un éxito; ya que, logró transformar la conducta de los estudiantes. Si una sociedad es ordenada, disciplinada y cumple las reglas y normas que impone el Estado, todo marchará bien. Por lo tanto, los directores y docentes son los primeros que deben de dar el ejemplo.
En redes sociales, alguien me dijo: —pero el civismo y urbanidad se está impartiendo en las escuelas — Así es, sin embargo, tal parece que no se ponen en práctica. Además, según los padres de familia, la educación, los valores y disciplina se enseña en el hogar. Aunque, en la escuela se termina de formar al niño y adolescente.
En las universidades, son pocos los alumnos que saludan. Quizá el civismo y urbanidad no se impartan, pero sabemos que a esa edad hay madurez. En la academia he impartido la cátedra de Protocolo y Etiqueta, en donde cada tema hace que los estudiantes se pulan, aprenden a ser más respetuosos y aplican los valores.
Se espera que haya cambios en los centros escolares, que el respeto y la disciplina sea parte del diario vivir. Se debe tener un manual desde el saludo, formación para cantar el himno nacional, tal como se hacía antes, el uso correcto del uniforme, tener un vocabulario adecuado, entre otras normativas. Cambiar paradigmas en el ámbito educativo conlleva a variados comentarios.
* Fidel López Eguizábal es docente e investigador Universidad Nueva San Salvador
fidel.lopez@mail.unssa.edu.sv