Lady Ponce y Consuelo Ábrego, dos valiosas mujeres, pasaron a engrosar la lista de las mujeres salvadoreñas que fallecieron víctimas del cáncer de mama. Lady era una destacada periodista y Consuelo era mi prima. Sus decesos fueron muy lamentables y nos motivan a tener conciencia de la fatalidad de esta enfermedad.

A Lady que murió en abril de 2017 a los 35 años, le detectaron la enfermedad entre  2015 y 2016 y ella luchó por su vida hasta convertirse en estandarte nacional de la lucha contra el cáncer de mama con apoyo de la Fundación Edificando Vidas. Los médicos lograron controlarle la enfermedad, desgraciadamente la misma le hizo metástasis (las células cancerígenas se diseminan a otras partes del organismo) y esa fue la causa de su deceso. Consuelo. una pequeña comerciante, falleció a los 50 años y ella ni siquiera tuvo oportunidad porque el cáncer le fue detectado en la etapa terminal, su muerte fue dolorosa para ella y toda la familia.

El cáncer de mama es una enfermedad ingrata, a veces hereditaria o genética y otras veces adquiridas por el estilo de vida (alimentación, falta de ejercicio, enfermedades y otros factores). Esta enfermedad no respeta ideologías, clases sociales, grados de escolaridad, ni edad, aunque sus víctimas suelen ser prioritariamente mujeres mayores de 30 años y menores de 65.  La OMS señala que son miles de casos en los cuales también se ha detectado la enfermedad en hombres.

Según la Organización Mundial para la Salud (OMS) anualmente en el continente americano un promedio de 460 mil mujeres son diagnosticadas con dicha enfermedad, de dicha cantidad más de 2 mil son detectados en nuestro país. Mientras el cáncer de próstata es el más común en hombres, en las mujeres es el cáncer de mama. Ambas formas cancerígenas son tratables y controlables si se detectan a tiempo, prueba de ello es que anualmente fallecen cerca de 100 mil mujeres, es decir que de cinco mujeres con cáncer de mama cuatro logran sobrevivir, generalmente porque se les detectó tempranamente la enfermedad y se sometieron al tratamiento pertinente.

Para luchar contra la enfermedad y por iniciativa de la OMS, desde 1988 cada 19 de octubre se conmemora el Día Internacional del Cáncer de Mama, con la finalidad de crear conciencia sobre la detección y los diagnósticos tempranos y la importancia de los controles y tratamientos oportunos y efectivos.

En El Salvador el sistema de salud ejecuta un plan de acciones y esfuerzos para lograr la detección temprana a través de campañas de concienciación sobre lo importante y trascendental de la autoexploración y los controles médicos.  Según la campaña a partir de los 40 años de edad, toda mujer debe someterse anualmente a chequeos médicos preventivos que incluyen la mamografía y a partir de los 20 años toda fémina debe hacerse la autoexploración y estar atenta a la detección de irregularidades somáticas.

Las mujeres deben saber que según estudios científicos toda persona del sexo femenino corre el riesgo de desarrollar la enfermedad, pero que son más propensas las mujeres de edad avanzada (después de los 40), las que tuvieron su primera menstruación en edad temprana, las de primer parto en edad avanzada, las que nunca han parido,  las que consumen hormonas (estrógeno y progesterona), las que consumen alcohol o cualquier tipo de droga, las da raza blanca y las que heredan dicha enfermedad (orden genético).

La herencia genética es la más relacionada como principal causa. Toda mujer que desarrolla el cáncer de mama tiene muchas probabilidades de heredar ese factor a sus descendientes. De hecho, los oncólogos sostienen que todo tipo de cáncer es hereditario, por lo que todos los que tuvimos padres que padecieron dicho mal, debemos someternos a controles periódicos para obtener diagnósticos oportunos y someternos a tratamientos efectivos. Toda forma de cáncer tratado medicamente a tiempo es curable.

Los mismos oncólogos reconocen que no todos los tipos de cáncer son detectados en etapa temprana, pero vale la pena someterse a evaluaciones periódicas. En el caso de los senos cualquier alteración anormal o irregular debe ser objeto de consulta médica. Salvarse de la muerte es posible cuando la enfermedad no ha llegado a su etapa terminal.

La concienciación del diagnóstico temprano debe ser permanente y transversal. Nuestro sistema educativo debe concatenarse en esa área y junto al Ministerio de Salud y Previsión Social, aleccionar a nuestras adolescentes y jóvenes. En el nivel de educación media debe concienciarse sobre lo que acarrea el cáncer de mama y enseñarle a las jovencitas sobre la autoexploración y prevención. Estas clases que deben impartirse por expertos y bajo la supervisión de los ministerios de Salud y Educación, deben ser de carácter obligatorio para las instituciones educativas y para el estudiantado femenino. Lo mismo debe hacerse para los jóvenes en cuan al cáncer de próstata.

Asimismo, el Estado debe masificar la prevención y desarrollar campañas móviles para visitar todos los rincones del país y acercar a la población, especialmente a la rural, las pruebas de mamografía. Los hospitales deben estar dotado del personal especializado y de lo último en tecnología para la detección de esta enfermedad, la que, si no se detecta y trata a tiempo, es dolorosa y mortal. Salvemos vidas valiosas a través de la detección temprana del cáncer de mama.

*Jaime Ulises Marinero es periodista