En mi artículo anterior sobre la nueva ley de la Red Nacional Autónoma de Hospitales, me centré en analizar las ventajas y desventajas de este modelo de provisión de servicios médicos, tomando como referencia experiencias de otros países. Siempre he sostenido que nuestro sistema de salud presenta serios vacíos y contradicciones que dificultan la prestación de servicios médicos oportunos y de calidad a la población salvadoreña. Por ello, un cambio profundo en el modelo se vuelve una necesidad imperiosa para ofrecer una respuesta adecuada, especialmente ante la transición demográfica y epidemiológica que enfrentamos actualmente. Sin embargo, ¿es este modelo propuesto por el gobierno la alternativa más acertada para suplir nuestras necesidades?

De acuerdo con el documento presentado a la Asamblea Legislativa, la nueva ley para la creación de la Red Nacional de Hospitales busca dar respuesta a varios problemas identificados en el actual sistema nacional hospitalario. El sistema de salud del país enfrenta un déficit crónico de personal tanto médico (con un 25% menos de lo ideal) como de enfermería (un 66% por debajo de lo necesario), sumado a limitaciones presupuestarias y recursos insuficientes. Aunque se ofrece una cobertura nominal del 80% de la población, la cobertura efectiva del MINSAL apenas alcanza entre el 33% y el 40%. Esta situación se agrava por una infraestructura inadecuada que dificulta el acceso a servicios de salud modernos y eficientes. Asimismo, la población está envejeciendo, lo que provocará un aumento significativo en la demanda de atención médica en un futuro cercano.

La ley pretende modernizar el sistema hospitalario, mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios, y garantizar un acceso más amplio y oportuno a la atención médica para la población.

¿Cuáles son las principales diferencias entre el modelo actual de provisión de servicios y la Red Nacional de Hospitales?

La Red Nacional de Hospitales se distingue del modelo actual de provisión de servicios médicos en varios aspectos clave:

  • Autonomía Administrativa y Financiera: La Red será una entidad de derecho público descentralizada, con total autonomía para administrar su patrimonio y ejercer sus funciones. Esto incluye la capacidad de gestionar sus recursos financieros, realizar adquisiciones y contrataciones, y establecer su propia normativa interna.
  • Personería Jurídica Propia: Contará con personería jurídica propia y un plazo de existencia indefinido, lo que le permitirá operar de forma independiente del Ministerio de Salud.
  • Régimen Especial: Disfrutará de un régimen especial para adquisiciones y contrataciones, permitiendo procesos más ágiles y flexibles que en el modelo actual.
  • Infraestructura y Equipamiento: Tendrá como objetivo la construcción, remodelación, reconstrucción, adecuación y equipamiento de centros de salud y hospitales, además de la adquisición de inmuebles para estos fines.
  • Formación y Especialización: Implementará un sistema de becas destinado a la formación y especialización del personal médico, y operará hospitales escuela para la enseñanza y el aprendizaje técnico-académico.
  • Contratación de Personal Extranjero: Permitirá la contratación de médicos extranjeros por hasta diez años prorrogables, eximiéndolos de ciertos trámites de homologación de títulos si cumplen con los requisitos establecidos. 
  • Independencia del Sistema Nacional Integrado de Salud: La Red Nacional de Hospitales no estará supervisada por la Superintendencia de Regulación Sanitaria ni regida por las disposiciones del Sistema Nacional Integrado de Salud, salvo en aspectos no regulados por la propia institución. 
  • Gestión de Calidad: Estará obligada a obtener y mantener certificaciones internacionales de gestión de calidad en sus centros de salud. 
  • Colaboración Interinstitucional: Podrá firmar convenios de cooperación con el Ministerio de Salud y otras entidades públicas o privadas para garantizar el bienestar en la salud de la población. 

En conjunto, estos elementos buscan modernizar y descentralizar la provisión de servicios médicos, otorgando a la Red Nacional de Hospitales mayor autonomía, flexibilidad y capacidad de gestión frente al modelo actual.

¿Como se propone el financiamiento de este nuevo modelo?

La Red Nacional de Hospitales se financiará principalmente con asignaciones del Fondo General del Estado, donaciones y legados de particulares nacionales e internacionales, y recursos provenientes de la cooperación internacional. Además, recibirá bienes muebles e inmuebles transferidos desde el Ministerio de Salud y podrá generar ingresos a través de rentas e intereses de sus propiedades. Tendrá la capacidad de gestionar recursos adicionales y gozará de exenciones tributarias para garantizar su sostenibilidad y operatividad.

Muy a pesar de una serie de afirmaciones fatalistas en algunos medios, la nueva Ley de Creación de la Red Nacional de Hospitales no menciona la fusión de los hospitales del Seguro Social (ISSS). Según el documento, la ley establece la creación de una red de hospitales como una entidad de derecho público descentralizada, con autonomía administrativa y financiera, pero no incluye disposiciones específicas sobre la integración o fusión de los hospitales del ISSS. Los hospitales que se mencionan como parte de la Red Nacional de Hospitales son aquellos adscritos al Ministerio de Salud, como el Hospital Nacional Especializado "Rosales" y otros que gradualmente se incorporen a la red.