El sacerdote jesuita José María Tojeira, referente en la búsqueda de justicia por la masacre de seis jesuitas y dos mujeres en El Salvador, fue velado este lunes en Ciudad de Guatemala, tres días después de su fallecimiento a los 78 años por un paro cardíaco.

La Universidad Rafael Landívar, casa de estudios jesuita en Guatemala, acogió la velación y una misa en su honor, con la presencia de más de 200 personas, entre ellas autoridades académicas, miembros de la Compañía de Jesús y representantes diplomáticos.

“Tenemos que rendirle el homenaje que se merece por todo el trabajo que ha realizado para Centroamérica”, expresó la embajadora de España en Guatemala, Clara Girbau Ronda, al destacar el compromiso del sacerdote con las causas sociales de la región. La diplomática lo describió como un trabajador “incansable desde finales de los años sesenta” y con un profundo amor por Centroamérica.

Tojeira, nacido en Vigo, España, en 1947, fue naturalizado salvadoreño y tuvo un papel crucial en la denuncia internacional contra los responsables de la masacre cometida por el Ejército salvadoreño el 16 de noviembre de 1989, en el campus de la Universidad Centroamericana (UCA). En aquel ataque, perpetrado por el Batallón Atlacatl, fueron asesinados cinco jesuitas españoles, un salvadoreño, su colaboradora Elba Ramos y su hija Celina.

El sacerdote residía cerca del lugar de la masacre y fue uno de los primeros en llegar a la escena, acompañando a testigos y dando seguimiento al caso que más tarde se convertiría en una de las denuncias más emblemáticas de violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado salvadoreño.

José María Tojeira llegó a Centroamérica en 1969 para trabajar en Honduras, y en 1985 fue enviado a El Salvador, en plena guerra civil (1980-1992). En 1988 fue nombrado provincial de los jesuitas en Centroamérica, consolidando su liderazgo como voz crítica frente a los abusos de poder en la región.

Su legado abarca décadas de trabajo pastoral, académico y de denuncia contra la impunidad, así como su rol como director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA) y como rector de la misma universidad.

Según informaron fuentes jesuitas, el cuerpo del sacerdote será trasladado este martes a El Salvador, donde será velado en la parroquia que dirigía y sepultado en el campus de la UCA, junto a otros mártires de la Compañía de Jesús.