Una investigación de la Universidad de El Salvador (UES) confirmó la presencia de cuatro metales pesados —arsénico, cadmio, cromo y plomo— en el agua, los sedimentos y los peces del lago de Güija, en el departamento de Santa Ana.

El estudio, desarrollado en el marco de la Maestría en Ciencias y Gestión Integral del Agua, advierte sobre la necesidad de mantener un monitoreo constante, aunque aclara que los niveles detectados no representan riesgo inmediato para el consumo humano.

El trabajo fue elaborado por el investigador Guillermo Jacobo Pineda Magaña, responsable del Laboratorio de Química Agrícola de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES, quien explicó que el análisis incluyó tres componentes del ecosistema: el agua del lago, los sedimentos y el músculo de tilapia cultivada, especie que representa una fuente clave de alimento para las comunidades aledañas.

“Queríamos evaluar no solo el pez, sino también el medio en que vive. Por eso analizamos el agua, el sedimento y el músculo de la tilapia, que es la parte que se consume”, detalló Pineda Magaña.

Contaminación generalizada, aunque dentro de límites seguros

Los resultados revelaron que los cuatro metales fueron detectados en los sedimentos, mientras que en el agua se identificaron cromo y plomo, y en el músculo del pez, arsénico y plomo.

El plomo fue el único metal presente en las tres matrices, esto indica una contaminación generalizada, aunque dentro de los márgenes considerados seguros por organismos internacionales.

“Sí hay contaminación, sobre todo en los sedimentos, pero las concentraciones en el músculo de la tilapia no exceden los límites máximos permitidos ni representan riesgo para el consumo humano”.
Guillermo Jacobo Pineda Magaña, investigador de la UES.

Al comparar los resultados con normas nacionales e internacionales, como la Guía Canadiense para la Calidad de los Sedimentos, el estudio concluye que los valores no superan los niveles que ponen en riesgo la vida acuática, aunque sí evidencian una acumulación progresiva de contaminantes en el fondo del lago.

El investigador de la UES Guillermo Jacobo Pineda. Fotografía de Iliana Cornejo.

Sedimentos como reservorios de contaminación

Pineda Magaña advirtió que los sedimentos ya funcionan como reservorios de metales pesados, lo que podría aumentar los niveles de contaminación en el futuro, especialmente si continúan las descargas de desechos o si se reactiva la minería en el lado guatemalteco del lago. La mina guatemalteca más cercana a El Salvador es Cerro Blanco, una inminente amenaza al principal manantial del país, el Lempa, el cual es abastecido por Güija.

“La mayor parte de la contaminación en los cuerpos de agua del país es antropogénica (causado por el humano). Si aumenta la descarga de desechos o se reactiva la minería en Guatemala, los niveles podrían subir”.
Guillermo Jacobo Pineda Magaña, investigador de la UES.

Aunque el agua del lago no es apta para consumo humano, el investigador no descarta que algunas familias de comunidades cercanas la utilicen en situaciones de necesidad, lo cual podría representar un riesgo a largo plazo.

Llamado a monitoreo constante

El estudio recomienda realizar un seguimiento periódico de los niveles de contaminación y ampliar los análisis a otros órganos del pez —como hígado, riñones y branquias— para obtener una visión más completa del impacto ambiental.

“Este trabajo deja una línea base. Lo ideal sería evaluar periódicamente cómo se comportan los niveles de contaminación, sobre todo porque los lagos están perdiendo su capacidad natural de depuración”, explicó Pineda Magaña.

Un aporte para la ciencia y la gestión del agua

El estudio, titulado “Evaluación de metales pesados en músculo de tilapia (Oreochromis spp.) cultivadas en jaulas en el lago de Güija y su correlación con niveles de agua y sedimento”, forma parte del repositorio digital de la Universidad de El Salvador.

Además de aportar evidencia científica sobre la calidad del agua en el país, la investigación busca fortalecer las políticas de conservación y manejo sostenible de los recursos hídricos.