En vísperas del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, especialistas en salud mental urgieron al Estado salvadoreño a reconocer el suicidio como un problema de salud pública, señalando que el tema sigue siendo tratado como un tabú en la sociedad.

Durante un conversatorio organizado el martes por el Departamento de Periodismo de la Universidad de El Salvador (UES) y la Fundación Vida por Vida, expertos enfatizaron la importancia de abrir espacios de discusión y desarrollar políticas públicas enfocadas en salud mental.

El psiquiatra Francisco Araniva advirtió que hablar del suicidio es clave para prevenirlo.

"El rol de las autoridades debe ser visibilizar la temática, darla a conocer, hablar y desestigmatizar, eso es lo mas importante, desestigmatizar los temas relacionados con suicidio o salud mental. Estamos hablando de cambiar la narrativa sobre el suicidio que no debe ser algo estigmatizante, algo que debamos esconder sino que se deba hablar y por eso se busca hacer un labor de visibilizar esa problemática de salud", dijo Araniva.

En ese sentido, afirmó que es importante concientizar a la población sobre el tema y una de las herramientas a considerar deben ser los espacios como los conversatorios en los que las personas pueden acercarse y abordar diversas temáticas de la salud mental.

Por su parte, el presidente de la fundación, Alexander Sifontes, señaló que la falta de datos oficiales actualizados y el subregistro dificultan el abordaje. Estimó que en El Salvador ocurren unos 700 suicidios al año y recordó que cada caso impacta a al menos 150 personas del entorno cercano.

"No existe una conciencia de simpatía porque cuando hay un suicida al menos 150 personas que son afectadas a su alrededor. Yo digo es como un terrorismo que impacta a todo el mundo", indicó Sifontes.

Ante ello, Sifontes señaló a pesar de no contar con datos oficiales, se estima que en El Salvador ocurren un aproximado de 700 suicidios al año.

Señales de alerta

Para la coordinadora de la Unidad Psicosocial de Cruz Roja Salvadoreña, Tania Monge es vital prestar atención a las señales de alerta, como expresiones verbales sobre el deseo de morir, aislamiento o cambios repentinos en el comportamiento, que de tratarse a tiempo se pueden prevenir actos suicidas.

"Es un tema que se ha vuelto un problema de salud pública porque no es un caso, sino que varios casos en los que se debería de incluir dentro de la atención a la salud. Hay que cuidar la salud mental como la salud física", aseveró Monge.

En ese sentido, los especialistas coincidieron en que el suicidio sigue siendo un tema tabú en la sociedad salvadoreña y que mientras no se visibilice ni se atienda como corresponde tendrá poder de incidencia en la población. Además, agregan que debe haber un apoyo interinstitucional en salud mental para conocer los casos que ocurren en el país.

Los trastornos depresivos y de ansiedad son los principales factores de riesgo para que ocurra un acto suicida. Segun el psiquiatra, la población más afectada incluye a hombres de edades que rondan los 18 y 35 años de edad, así como adolescentes.

La primera encuesta de salud mental realizada por el Ministerio de Salud, cuyos resultados fueron revelados en 2023, indicaron que el 73 % de los adolescentes tenía síntomas de ansiedad. Mientras que cinco de cada diez personas entre 18 y 59 años tienen trastornos de ansiedad y dos de cada diez (22 %) adultos salvadoreños de la misma edad presentan algún grado de depresión de acuerdo al estudio.

Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el cual tiene como objetivo crear conciencia en las personas, así como la importancia de brindar apoyo aquellas personas que padezcan de una situación emocional.