Las escuelas e instituciones públicas del país comenzaron este 1 de septiembre con la aplicación del sistema de deméritos, confirmaron dos sindicatos de profesores salvadoreños.

El secretario general del Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública de El Salvador (Simeduco), Francisco Zelada, explicó que en el centro escolar en el que labora, cada falta se registra a través de un formulario digital y físico.

El documento debe ser firmado por el alumno (si es mayor de edad) y el padre de familia responsable, así como por el profesor.

El siguiente paso es registrar los deméritos en un libro que es resguardado por la subdirección de la institución.

De esta forma, tanto el director como el subdirector podrán aplicar los procedimientos respectivos.

“En el Centro Escolar República de Nicaragua, hemos establecido en el protocolo que cada semana se van a ir revisando los deméritos acumulados por el estudiante, se le va a dar seguimiento a través de la aplicación contínua del plan de aplicación de los deméritos”, indicó Zelada.

El docente dijo que el formulario es parte de un protocolo que han establecido en conjunto con el consejo de profesores del centro educativo.

Zelada indicó que aunque se tiene un reglamento, no se posee un instructivo para aplicar el reglamento, por lo que probablemente las escuelas tengan “otra forma de aplicarlo” con el fin de dar cumplimiento.

El secretario general de Bases Magisteriales, David Rodríguez, explicó que, otros centros educativos, han recibido un formato en donde cada docente tendrá para su grado asignado una hoja con el nombre del estudiante en donde aplicar las faltas que cometa. Cada demérito se firma por parte del estudiante.

Por su parte, el libro de actas está a cargo de la dirección de las instituciones educativas.

Rodríguez aseguró que este 1 de septiembre inició el sistema de deméritos en todas las instituciones, y en algunas aún se brindaba orientación al alumnado para no cometer faltas.

¿Cómo funciona?

Los deméritos son parte de un nuevo reglamento para la Promoción de la Cortesía Escolar impulsado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (Mineducyt).

La normativa pretende que los estudiantes cumplan con el uso de palabras como “por favor” al momento de hacer una petición, saludar cuando entren o salgan del aula, así como decir “gracias” cuando se reciba un favor, material o atención.

Los estudiantes no deben usar tonos groseros e irrespetuosos, de lo contrario, acumularán faltas que pueden traer diferentes tipos de sanciones.

Según el artículo 5 de este documento, cualquier estudiante con tres deméritos tendrá una advertencia verbal y una reflexión escrita sobre la importancia de la cortesía.

Cuando los deméritos suban a seis se debe entablar comunicación con el responsable del estudiante e impondrán una tarea correctiva.

Con 10 deméritos se podrá suspender “privilegios escolares”, mientras que cuando se reporte más de una decena de faltas se deberá entablar una reunión con la familia y la dirección.

Quien cometa más de 10 deméritos se llamará a reunión a su familia en la dirección y tendrá una advertencia para el estudiante.

Al momento de acumular 15 infracciones de este tipo, el estudiante “no podrá ser promovido de grado”.

Normativa

Zelada aseguró que como docentes buscarán que no se cometan injusticias en estos procesos, al mismo tiempo que se faciliten las actividades para que el alumno pueda subsanar la situación.

No obstante, ambos maestros puntualizan en la necesidad de “armonizar” normativas y leyes que contradigan lo dictado en el memorándum compartido por el Mineducyt.

El secretario de Bases Magisteriales aclaró que en ningún momento está en contra de la medida, pero que es necesario empezar a realizar reformas porque el memorándum pesa menos jurídicamente que normas como la “Ley crecer juntos”.

“En artículo 57 de la Ley crecer juntos habla de disciplina positiva, es decir que no se puede vulnerar al estudiante y tiene la prohibición, en el último párrafo del artículo se establece el tema del reglamento”.
David Rodríguez, secretario de Bases Magisteriales.

Con relación a la medida en general, dos madres de familia de alumnos del Instituto Nacional General Francisco Menéndez (Inframen) externaron estar de acuerdo con las diferentes medidas que se han implementado por las autoridades educativas, desde la parte de vestimenta, calzado y cortes de cabello, hasta el comportamiento en los centros educativos.

“La educación siempre está y eso empieza desde casa, nosotros tenemos que enseñarles a decir buenos días, buenas noches, con permiso, muchas gracias, cosas que si pasa al lado del joven no saludan”, destacó Marcela Machuca, madre de familia de un alumno de primer año de bachillerato.

Otra madre, que pidió anonimato, dijo que antes del 20 de agosto los alumnos del Inframen llegaban “como querían”, aunque eso no era porque el instituto “no les dijera” cómo vestir, sino que los alumnos no cumplían con dicha medida.

“En mi opinión personal, la represión en este caso para mí funciona y está bien, porque sino lo hacemos así no van a entender”.
Madre de familia del Inframen.

Desde el 20 de agosto, los alumnos también están obligados a presentar un corte de cabello adecuado y uso correcto del uniforme.

Dos estudiantes del Inframen confirmaron en anonimato que la medida es bien recibida, pero uno de ellos lamentó que se revise de forma periódica el corte de cabello, pues aseguró no tener el dinero necesario para cortarlo de forma cotidiana.