El fenómeno de las microtelenovelas en China, series de uno a tres minutos en formato vertical diseñadas para consumo móvil, ha experimentado un crecimiento explosivo en 2024, alcanzando un valor de $7,000 millones, según un informe de la Oficina de Radio y Televisión de Pekín. Por primera vez, el sector superó la taquilla anual del cine en ingresos.
Estas series cortas se estructuran en arcos narrativos de 40 a 100 episodios, con giros argumentales cada pocos segundos para captar la atención en pantallas móviles. La producción es rápida y casi diaria, aprovechando algoritmos que premian la actualización frecuente en plataformas como Douyin (versión china de TikTok).
“Cuando se inventó la televisión, nadie pensó que superaría al cine. Hoy ocurre lo mismo con las microtelenovelas en vertical”, declaró el director Xiang Sining al South China Morning Post.
El público objetivo está compuesto principalmente por mujeres jóvenes: el 60 % de la audiencia son mujeres y más de la mitad tiene entre 25 y 34 años, según datos oficiales. Muchas producciones se monetizan mediante el pago por capítulo, con precios desde $0.08 por episodio, además de membresías semanales o mensuales.
La popularidad del formato ha generado preocupación en el gobierno. La Administración Nacional de Radio y Televisión estableció en febrero la obligación de licencias para su difusión. En mayo se retiraron más de 2,000 episodiospor considerarse de baja calidad, mientras medios estatales denunciaron la proliferación de contenidos “vulgares” o “casi pornográficos”.
Un ejemplo polémico fue una microserie de 68 capítulos sobre una mujer que da a luz a 99 bebés, que acumuló 45 millones de visualizaciones antes de ser retirada por las autoridades.
La industria ya se exporta a gran escala. Según Sensor Tower (2025), las aplicaciones de microtelenovelas como ReelShort y DramaBox, ambas de origen chino, sumaron cientos de millones de descargas fuera de China. Solo en Latinoamérica, se contabilizaron 100 millones de descargas en el primer trimestre de 2025, con títulos en español como “Bésame por última vez” y “La doble vida de mi esposo multimillonario”.
Pese al auge, ejecutivos del sector estiman que la penetración global es de apenas 5 % a 10 %, frente al 60 % en China, lo que deja margen para un crecimiento aún mayor en mercados como Europa y América Latina.
La expansión global de las microtelenovelas chinas se compara con la de productos físicos del país: producción masiva, bajo costo y distribución internacional rápida, consolidando este formato como uno de los fenómenos culturales digitales más disruptivos del momento.