El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció este sábado que Rusia ha lanzado desde principios de septiembre más de 1,300 drones suicidas, cerca de 900 bombas aéreas guiadas y hasta 50 misiles contra distintas regiones del país.

En un mensaje publicado en la red social X, Zelenski aseguró que la infraestructura civil ucraniana volvió a ser blanco de ataques en las últimas horas y que las explosiones se registraron en prácticamente todo el territorio. Las regiones más golpeadas fueron Cherníguiv, Járkov, Odesa, Jersón, Kiev, Zaporiyia, Dnipró, Kirovogrado, Jmelnitski, Zhitómir, Volinia, Ivano-Frankivsk, Rivne y Leópolis.

“Las explosiones resonaron prácticamente en todas las regiones de Ucrania. Rusia sigue prolongando esta guerra y busca convertir la diplomacia en una farsa absoluta. Y esto debe afrontarse con una respuesta unida”, afirmó Zelenski, quien reclamó a la comunidad internacional reforzar la presión sobre Moscú.

El mandatario ucraniano coincidió con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la necesidad de imponer restricciones efectivas al comercio de petróleo y gas ruso, al considerar que solo así la diplomacia podrá encarrilarse nuevamente.

“Debemos reforzar las sanciones, aumentar el suministro de armas a Ucrania y garantizar que invasiones como esta no se repitan. Una paz duradera requiere garantías de seguridad reales y funcionales”, subrayó Zelenski, en referencia a las negociaciones que mantiene con sus aliados occidentales para aprobar un nuevo paquete de sanciones y un eventual mecanismo de verificación tras un alto al fuego.

Los bombardeos de septiembre confirman la estrategia del Kremlin de intensificar la presión militar mientras asegura en público estar dispuesto a negociar la paz, algo que Kiev califica de contradicción y de maniobra para debilitar la respuesta internacional.