Un terremoto de magnitud 4.7 afectó este jueves al este de Afganistán, donde el pasado domingo un devastador terremoto provocó más de 2,200 muertes e hirió a más de 3,600 personas.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) reportó el nuevo sismo, de magnitud 4.7, que se produjo trece kilómetros al noreste de la ciudad de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar, a las 10:40 horas (6:10 GMT), y a una profundidad de solo 10 kilómetros.
El sismo sigue a otros que han tenido lugar en los últimos días después del principal terremoto, de 6.0, que se produjo el domingo por la noche.
Este jueves, los talibanes han admitido que el número de muertos en la zona podría superar los 1,457 decesos reportados hasta ahora, aunque precisaron que, por el momento, no pueden ofrecer una cifra consolidada, porque continúan buscando bajo los escombros.
Las operaciones de rescate en la provincia de Kunar y en las regiones vecinas, fronterizas con Pakistán, continúan este jueves por cuarto día consecutivo, aunque las esperanzas de hallar supervivientes bajo los escombros son prácticamente nulas y la prioridad de las autoridades en este momento es la llegada de ayuda humanitaria para las personas que han perdido su hogares.
La llegada de la asistencia por vía terrestre a la zona cero se ha visto muy dificultada en los últimos días por el bloqueo de las carreteras tras el terremoto.
La respuesta de algunos países, organizaciones humanitarias y agencias internacionales ha comenzado a llegar a la zona mediante puentes aéreos y convoyes terrestres.
Más de 2,200 muertos en Afganistán
El Gobierno de los talibanes elevó este jueves a 2,205 el número de personas fallecidas y a 3,640 el de heridos en el terremoto de 6.0 del pasado domingo en el este de Afganistán, haciendo de esta una de las tragedias más letales de la última década en este país.
"Hasta la fecha, se han recuperado los cuerpos de los mártires, lo que eleva el número total de fallecidos confirmados a 2,205 y el de heridos a 3,640", dijo en un mensaje publicado en su perfil de X el portavoz adjunto de los talibanes, Hamdullah Fitrat.
El portavoz informó que las labores de rescate y socorro continúan en la provincia de Kunar, la más afectada por el seísmo, y en las regiones vecinas, fronterizas con Pakistán.
"Se han instalado tiendas de campaña para familias desplazadas en varios lugares, y se está llevando a cabo la distribución organizada de asistencia humanitaria primaria y urgente", detalló Fitrat.
El vocero talibán informó que las operaciones de búsqueda y rescate continúan llevándose a cabo entre los escombros de las viviendas destruidas en los distritos de Noor Gul, Chawkay y Manogai.
En el cuarto día tras el devastador terremoto, las posibilidades de hallar a personas con vida en la zona cero disminuyen notablemente.
En este momento, la llegada de la ayuda humanitaria para las personas que lo han perdido todo es la prioridad de las autoridades de facto afganas, de las ONG activas en la zona y de las agencias internacionales que operan en el este de Afganistán.
Este jueves, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) advirtió que el terremoto ha golpeado a un país "al límite", que arrastra múltiples crisis humanitarias desde hace décadas, con recursos locales desbordados y una financiación insuficiente para la escala de esta emergencia.
El terremoto es el más grave que ha sufrido Afganistán en las últimas décadas, superando al ocurrido en octubre de 2023 en la provincia occidental de Herat, que causó más de 1,500 muertos, según cifras del Gobierno talibán.