El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes que suspenderá $4,900 millones en ayuda exterior previamente aprobados por el Congreso, en una medida que marca un precedente legal y político en Washington.

De acuerdo con la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB), el mandatario notificó al Congreso su decisión de aplicar la llamada “rescisión de bolsillo”, contemplada en la Ley de Control de Embargos, que le permite bloquear fondos ya autorizados. Según la Casa Blanca, esta es la primera vez en 50 años que un presidente utiliza dicha autoridad para cancelar “dinero de ayuda exterior progresista”.

La reacción en el Capitolio fue inmediata. Los demócratas rechazaron de forma categórica la medida, mientras que la senadora republicana Susan Collins advirtió que “cualquier intento de rescindir fondos sin aprobación del Congreso constituye una clara violación a la ley”. Otros legisladores calificaron la decisión como “un paquete ilegal” que busca evitar la negociación bipartidista sobre el uso del presupuesto.

El pasado 13 de agosto, un tribunal de apelaciones determinó que la administración Trump tenía potestad para cancelar o suspender fondos de ayuda exterior, fallo que respalda la nueva decisión del presidente.

Desde su llegada a la Casa Blanca en enero, Trump ha endurecido su postura respecto a los programas de asistencia internacional. En su primer día de mandato emitió una orden ejecutiva instruyendo al Departamento de Estado y a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a congelar los recursos destinados a otros países.

El Congreso, actualmente en receso, regresará la próxima semana y se espera que discuta posibles acciones frente a la iniciativa de Trump, que ha abierto un nuevo frente de tensión en la política presupuestaria de Washington.