La líder opositora venezolana María Corina Machado, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, salió en secreto de Venezuela con la esperanza de llegar a Oslo a tiempo para recibir el reconocimiento, pero no logró asistir a la ceremonia debido a demoras provocadas por las condiciones climáticas, reveló este miércoles la agencia Bloomberg.

Machado abandonó el país el martes en un bote con destino a Curazao, isla caribeña neerlandesa situada a unos 65 kilómetros del litoral venezolano. De acuerdo con una fuente cercana al caso, su salida fue posible gracias al apoyo tanto de figuras del régimen de Nicolás Maduro como de actores vinculados a la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Les estoy muy agradecida”, expresó Machado en un mensaje de voz difundido mientras abordaba un avión rumbo a Noruega. “Y esto es una muestra de lo que significa este reconocimiento para el pueblo venezolano”, agregó.

Su travesía marítima se vio afectada por fuertes vientos y oleaje, lo que ocasionó un retraso de varias horas. Como resultado, fue su hija, Ana Corina Sosa Machado, quien recibió el Nobel en su nombre durante el acto oficial. El Comité Nobel confirmó que Machado “hizo todo lo posible por asistir” y que su viaje implicó “una situación de peligro extremo”.

Machado, que se mantuvo oculta desde agosto de 2024, decidió salir del país pese al riesgo, en un contexto en el que el régimen de Maduro la ha acusado públicamente de conspiraciones, sin llegar a emitir una orden de arresto formal. Entre las más recientes acusaciones se encuentra un supuesto plan para detonar explosivos en espacios públicos.

La opositora agradeció al Comité Nobel por el galardón, que reconoció su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.

Su decisión de abandonar Venezuela representa tanto una oportunidad como un riesgo: un eventual regreso podría fortalecer su liderazgo, pero también podría enfrentar una nueva barrera si el régimen le impide reingresar, forzándola al exilio, como ocurrió con otros opositores.

Machado ha respaldado públicamente el incremento de la presencia militar estadounidense en el Caribe y las amenazas del presidente Donald Trump sobre una posible intervención armada para destituir a Maduro. Este respaldo ha generado debate, incluso entre sectores aliados.

Durante la ceremonia del Nobel, participaron los presidentes de Argentina, Ecuador, Paraguay y Panamá. También estuvo presente Edmundo González, el candidato opositor que reemplazó a Machado en las elecciones de julio de 2024, tras su inhabilitación por parte del régimen chavista, a pesar de haber ganado las primarias con amplia mayoría.

En un discurso político inusual, el presidente del Comité Nobel, Jorgen Watne Frydnes, criticó a quienes solo defienden la democracia cuando coincide con sus intereses. “Si solo apoyas a las personas que comparten tus opiniones políticas, no has entendido ni la libertad ni la democracia”, dijo. Además, instó a Maduro a “aceptar los resultados y abandonar el poder”.

En su mensaje final, Machado mencionó que tras dos años de separación espera reencontrarse con sus hijos, familiares y aliados. “Pronto, cuando llegue, podré abrazar a mi familia y a mis hijos, a quienes no veo desde hace dos años”, afirmó.