Un grupo de nueve exdirectores y directores interinos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos advirtió este lunes sobre el “peligro” que representa Robert F. Kennedy Jr. al frente del Departamento de Salud y Servicios Humanos. La crítica fue publicada en un ensayo en The New York Times titulado “Nosotros dirigimos los CDC: Kennedy está poniendo en peligro la salud de todos los estadounidenses”.
El pronunciamiento se da tras el despido de Susan Monarez, exdirectora de los CDC, quien denunció que su salida fue “sin fundamento científico” y motivada por su negativa a cumplir “órdenes imprudentes” relacionadas con vacunas.
Entre los firmantes del artículo figuran figuras de peso como William Foege, William Roper, David Satcher, Jeffrey Koplan, Richard Besser, Tom Frieden, Anne Schuchat, Rochelle P. Walensky y Mandy K. Cohen, quienes ejercieron bajo gobiernos demócratas y republicanos.
Los exdirectores acusan a Kennedy Jr. de cancelar inversiones clave en investigaciones médicas, sustituir expertos en comités asesores por personas sin preparación científica y anunciar el fin del apoyo estadounidense a programas globales de vacunación, fundamentales para proteger a millones de niños y a la propia población estadounidense.
“Nos preocupa el amplio impacto que todas estas decisiones tendrán en la seguridad sanitaria de Estados Unidos”, señalaron, instando además al Congreso a reforzar la supervisión sobre el Departamento de Salud.
El artículo recuerda que, aunque en el pasado discreparon con líderes del sector, nunca antes habían dudado de que las decisiones se sustentaran en evidencia científica sólida. En contraste, Kennedy Jr. ha expresado públicamente escepticismo frente a las vacunas, oposición al aborto y rechazo a la fluoración del agua potable, política sanitaria destinada a prevenir la caries dental.
El funcionario también adelantó que en septiembre su departamento publicará una investigación para vincular ciertas “intervenciones” con el autismo, pese a que la comunidad científica rechaza cualquier relación entre vacunas y esa condición.
Con estas medidas, los exdirectores advirtieron que Estados Unidos corre el riesgo de enfrentar futuras emergencias sanitarias con menor preparación y debilitando la confianza en la ciencia.