El personal que acompaña al dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, fue captado retirando y limpiando minuciosamente todos los objetos que utilizó tras su reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, en Pekín, un gesto que refleja el extremo cuidado del régimen por proteger cualquier pista sobre la salud del mandatario.
“Después de la finalización de las negociaciones, el personal que acompañaba al jefe de Corea del Norte eliminó cuidadosamente todas las huellas de la presencia de Kim”, relató el periodista ruso Alexander Yunashev en Telegram.
Las imágenes difundidas muestran cómo una asistente retiró el vaso que usó Kim, mientras otro miembro de su equipo desinfectó a fondo la silla y la mesa donde se encontraba. La visita del líder norcoreano incluyó su asistencia al desfile militar por el fin de la Segunda Guerra Mundial en la plaza de Tiananmen.
Según el diario japonés Nikkei, Kim viajó a China en su tren blindado Taeyangho, equipado con un baño privado diseñado para impedir la filtración de restos biológicos.
“La condición física del líder supremo tiene un gran impacto en el régimen norcoreano, por eso se aísla todo lo relacionado con su salud, desde cabello hasta excremento”, explicó una fuente de inteligencia surcoreana.
No es la primera vez que Pionyang aplica este tipo de medidas. En viajes anteriores, su equipo ha limpiado con rigor las habitaciones de hotel y utensilios utilizados, además de proveerle sus propios bolígrafos para evitar cualquier riesgo de filtración.
En 2018, Kim llevó su propio baño portátil tanto a la cumbre intercoreana como a la de Singapur con Donald Trump. En 2019, durante su trayecto a Hanói, fue visto fumando mientras su hermana Kim Yo-jong recogía las colillas para impedir que quedaran rastros de ADN, imágenes captadas por la televisión japonesa TBS.