La Casa Blanca advirtió el jueves que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está preparada para emplear “cualquier elemento del poder estadounidense” con el fin de contener el narcotráfico proveniente de Venezuela, sin descartar acciones de carácter militar.

Durante una conferencia de prensa, la vocera presidencial Karoline Leavitt evitó confirmar si Washington considera un ataque directo contra objetivos venezolanos, pero subrayó que el país no permanecerá pasivo frente al régimen de Nicolás Maduro.

“El régimen de Maduro no es legítimo, es un cártel narcoterrorista. Maduro no es un presidente, es un prófugo acusado de liderar el denominado Cártel de los Soles”, declaró Leavitt, recordando que el mandatario venezolano enfrenta cargos en tribunales estadounidenses por tráfico de drogas.

La vocera recalcó que uno de los compromisos centrales del presidente Trump es impedir el flujo de drogas hacia Estados Unidos y proteger a los ciudadanos de “venenos mortales”. En este marco, defendió el despliegue de buques y aeronaves militares en aguas del Caribe, una operación que ha sido respaldada por varios países de América Latina y el Caribe.

De acuerdo con la Casa Blanca, diversos países latinoamericanos han aplaudido los esfuerzos de Estados Unidos contra el narcotráfico. En contraste, el régimen chavista y sus aliados regionales ven las operaciones como un intento de intimidación militar.

El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró esta semana que la iniciativa de Washington cuenta con el apoyo de países como Argentina, Paraguay, Ecuador, Guyana o Trinidad y Tobago, y que sus Gobiernos han manifestado su disposición a colaborar en acciones conjuntas contra el narcotráfico.

Precisamente hoy, la Gran Diáspora Latinoamericana, integrada por organizaciones civiles y grupos conservadores, se mostró favorable del despliegue de buques estadounidenses cerca de la costa de Venezuela, e instaron al presidente de EE.UU., Donald Trump, a replicar esta presión contra otras naciones latinoamericanas.

Sin embargo, Caracas denunció esta semana que Washington prepara el desplazamiento de un submarino nuclear en la región, acusación que forma parte de la tensión diplomática entre ambos gobiernos.

La posición de Washington refuerza la política de presión contra Maduro, a quien responsabiliza de facilitar operaciones de narcotráfico internacional y de mantener alianzas con organizaciones criminales transnacionales.