La Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (Opamss) ha liberado más de $3,405 millones en inversión privada programada desde junio de 2024.
El director de la institución, Luis Rodríguez, recordó este lunes que en los primeros cinco meses de su gestión se liberaron $1,100 millones, un resultado de la agilización de los trámites que se “soltó” durante ese lapso.
“Hoy a la fecha ya llegamos a $3,405 millones, solo en inversión privada, en su mayoría habitacional que es normal”, indicó el funcionario que tomó posesión de su cargo durante la primera semana de junio del año pasado.
La Opamss aseguró que el acumulado de proyectos liberados en más de 14 meses representa el trabajo que la institución hizo en 10 a 12 años en el pasado, cuando el promedio anual rondaba los $300 a $500 millones.
Rodríguez aseguró que un 53 % de los proyectos liberados en los últimos meses están relacionados con el uso habitacional de las obras, mientras que otra buena parte está conformado por infraestructura logística y logística.
Sin especificar un monto exacto, la Opamss dijo que este último sector ha reportado un incremento de un 19 % en este 2025.
Proyectos
Los registros históricos de la Opamss revelaron este año que en 2024 la institución aprobó 295 permisos de construcción en 13 de los 14 distritos que conformaron inicialmente el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), un 31.7 % más que los 224 avalados en 2023.
Pese a la adhesión de nueve distritos en octubre al AMSS, la Opamss no confirmó inversión sino hasta este año.
Entre enero y abril se aprobaron 107 permisos de construcción en todo el AMSS, unos 4.7 millones de metros cuadrados de construcción para El Salvador.
Inversionistas
Rodríguez aseguró que la liberación de proyectos ha facilitado que los inversionistas busquen concretar otras obras dentro de sus portafolios.
“Están viniendo empresas bastante fuertes en el rubro inmobiliario y salvadoreños en el exterior”, indicó el director de la Opamss.
La Oficina de Planificación aseguró que buena parte del dinero que envía la diáspora hacia El Salvador dejó de destinarse para el simple gasto y ahora se invierten, empujando el dinamismo en la economía local.