Los hogares con ingreso más bajo destinan más para el pago de la factura de energía eléctrica que el resto de la sociedad salvadoreña y asignan una suma más considerable a esta obligación que hace una década, reveló un estudio sobre las desigualdades en los servicios públicos de la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (Fudecen).
Citando datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), el estudio encontró un “aumento desproporcionado del gasto” en electricidad para los hogares del quintil bajo.
En 2010, el ingreso promedio de una familia salvadoreña del quintil bajo era de $127.43, de los cuales destinaba $7.03, equivalente a un 5.5 %, para el pago del recibo de electricidad.
Para 2023, el ingreso promedio subió a $178.46, pero el pago de la factura eléctrica aumentó a $18.44 y representó un 10.3 % del presupuesto de estas familias.
Esto significó que el costo promedio del pago de electricidad aumentó un 162.3 % en los 13 años de análisis.
En porcentaje, las familias de bajos ingresos son los que más asignan presupuesto para esta obligación, en relación con el 2.2 % que pagan los hogares con ingresos altos y el 3.3 % de las familias con ingresos medio alto.
“El crecimiento en el pago de electricidad en los quintiles bajos, sin un aumento proporcional de los ingresos, sugiere la presencia de factores como la inflación y la reducción de subsidios que han afectado de manera negativa a estos hogares, agravando su situación económica”, señala el estudio.
Según la investigación, en 2010 un hogar de ingreso alto recibía en promedio de $1,272.03, de los cuales destinaba $33.24 (2.6 %) al pago de la electricidad. Trece años después, tiene un aporte de $1,886.78, con una factura para la energía de $42.29 (2.2 %).

Esto significa que el pago promedio de la electricidad creció un 27.2 % para los hogares de ingresos altos, seis veces menos que en las familias de bajos ingresos.
El texto enfatiza que “mientras los hogares más ricos pueden absorber el impacto de los aumentos tarifarios sin mayor dificultad, los hogares más pobres ven comprometida su capacidad de cubrir otros gastos esenciales”.
El precio promedio del servicio de energía eléctrica (PPSEE) en El Salvador es favorable para el sector residencial que consume menos de 50 kilovatios hora (kWh), con uno de los menores precios para dicho segmento, en buena parte explicado por los subsidios al consumo.
Sin embargo, para los usuarios mayores de 50 kWh, El Salvador se encuentra entre los países más caros de América Central, junto con Costa Rica y Nicaragua.