La capacidad instalada de energía solar en Centroamérica se duplicará y requerirá inversiones superiores a los $22,000 millones en los próximos 25 años, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Edwin Mejía Reyes, especialista en energía del BID, ofreció durante el COREN 2025 algunos resultados del estudio elaborado en el marco de los programas de financiamiento para el desarrollo del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC), cuyo informe final aún no se publica.
La SIEPAC es una red de transmisión de 1,800 kilómetros que conecta los países centroamericanos, creada para reforzar el Mercado Eléctrico Regional (MER). Esta integración energética se considera un caso de éxito porque permite a los participantes acceder a energía eléctrica en casos de emergencia, pero requiere que los participantes inviertan en infraestructura para mantener la operación.
El estudio plantea que la demanda de los países del SIEPAC aumentará en más de dos veces en los próximos 25 años, pues pasará de 63 teravatio-hora (TWh) de 2024 a 142 TWh para 2050. Este dinamismo responde a la expansión de las economías y la electrificación de la flota de vehículos, explicó Reyes.
En la antesala de una mayor demanda, las granjas solares son el foco de atención de los inversionistas dada la ubicación de la región con altos niveles de radiación y el abaratamiento en los costos de los paneles, mientras que la tecnología hidroeléctrica -que representa actualmente un 50 %- se ve afectada a menudo por las condiciones del invierno.
Según el estudio, la capacidad instalada de plantas solares pasará de 2.3 gigavatios (GW) en 2024 a 20 GW en 2050, lo cual requerirá inversiones superiores a $22,000 millones y llegará a representar un 40 % de los costos totales proyectados de generación.

La energía eólica también ganará terreno y, junto con la solar, llegarán a cubrir un 45 % de la demanda energética del MER en 2050.
“Las energías renovables no convencionales, especialmente la solar, van a dominar la expansión de cara al futuro según las proyecciones del estudio”, Mejía en su exposición en la primera jornada del COREN.
Mayor generación renovable reduce precios
El estudio elaboró cuatro escenarios para determinar cómo evolucionará el MER y el precio.
El escenario base parte de que no se integren más países al MER y se mantienen los planes actuales de cada integrante; el segundo incorpora la conexión con México, Colombia y Belice, pero sin modificar la matriz; el tercer analizó mayor producción renovable; y el cuarto combina mayor generación renovable y mayor integración de mercados.
En todos los escenarios se evidenció que una “mayor integración y expansión de fuentes renovables, en efecto, ayudan a reducir los costos totales de operación”, agregó Mejía.
Los costos totales -inversión y operación- se reducirían un 10 % en el escenario de mayor integración, mientras que la disminución sería de un 16 % si se logra la interconexión de otros actores en el mercado con una mayor capacidad de generación renovable.
Para lograr este cambio, el estudio plantea que se requerirá una inversión de $20,000 millones para garantizar la estabilidad y la seguridad operativa del sistema eléctrico.
De igual manera, la interconexión con México, Panamá-Colombia, y Belice-Guatemala requerirá una inversión de $1,500 millones.
El estudio del BID detalla que las transacciones regionales de energía aumentaron 4.4 veces, al pasar de 700 gigavatios hora (GWh) en 2013 a 3,100 GWh en 2020. En el MER participan 300 agentes y tiene sus propias reglas y reguladores.