El Salvador cerró con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de un -0.11 % en agosto, acumulando cinco meses consecutivos en deflación, informó este viernes el Banco Central de Reserva (BCR).
La deflación ocurre cuando hay una caída generalizada de precios en la economía, que en el caso de El Salvador comenzó en abril pasado y comienza a dar una señal de preocupación por si las tasas se profundizan y genera distorsiones en el mercado.
En El Salvador, el IPC está conformado por 248 artículos distribuidos en 196 bienes y 42 servicios de mayor demanda por la población. Estos se dividen en 12 categorías, de las cuales el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas, y alojamiento, agua, electricidad y otros combustibles tienen mayor ponderación en la canasta.
De Centroamérica, también Costa Rica registra deflación, de -0.94 % a agosto según la actualización del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec), así como Panamá, cuyo último dato corresponde a un -0.64 % a julio.
Caída de precios
De acuerdo con el BCR, seis divisiones cerraron en negativo, cuya mayor caída se documenta en transporte de un -3.78 %. El registro de la institución confirma que este sector se ha mantenido en deflación desde noviembre de 2023.
Desde junio de 2023, la división de muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar se encuentra en negativo y en agosto pasado cerró en -1.25 %, mientras que alimentos y bebidas no alcohólicas acumula 11 meses en deflación, hasta colocarse en -1.24 %.
También se encuentra en negativo la división de prendas de vestir y calzado, de un -0.79 %; comunicaciones de un -3.78 %; y recreación y cultura con un -0.46 %.
Tasas positivas
Con una tasa de un 2.86 %, la división de restaurantes y hoteles tiene el mayor nivel inflacionario de la economía salvadoreña. Este sector es afectado principalmente por los altos costos de los contratos en servicios de alimentos y alojamiento, y el porcentaje de agosto pasado mostró un ligero aumento en relación con el 2.79 % de julio.
Eso deriva en que la división de alojamiento, agua, electricidad y otros combustibles tiene una inflación de un 2.21 %, al igual que bebidas alcohólicas y tabaco, de un 2.58 %.
Ambos sectores mostraron un desaceleramiento en relación con las tasas de julio, cuando fueron de un 2.38 % y un 3.23 %, respectivamente.
Educación mantiene una inflación de 0.46 %; bienes y servicios diversos con un 1.46 %, y salud de un 2.07 %.