El Banco Central de Reserva (BCR) informó este jueves la adquisición de 13,999 onzas troy de oro para fortalecer las reservas internacionales de El Salvador.
Esta es la primera adquisición de oro que realiza el BCR desde 1990, con las cuales las reservas internacionales pasaron de 44,106 a 58,105 onzas troy, por un valor estimado de $207.4 millones.
Cada onza troy tiene un peso estimado de 0.0311034768 kilogramos, por lo cual las reservas salvadoreñas rondarían los 1,807.2 kilogramos de oro.
Con las sucesivas crisis económicas desde la pandemia de covid-19, el precio del oro rompió récord por arriba de los $3,000 la onza, ya que es considerado un refugio en los momentos de mayor incertidumbre mundial.
A través de un comunicado, el BCR detalló que el 20 % de las reservas internacionales globales están en oro, mantenidas por los bancos centrales y ocupan el segundo lugar después de las denominadas en dólares.
“Para el Banco Central de Reserva de El Salvador, esta adquisición es un posicionamiento de largo plazo partiendo de un equilibrio prudencial en la composición de los activos que conforman las reservas internacionales”, agregó.
Además, indicó que las reservas en oro respaldarán la solidez financiera de El Salvador a largo plazo, al tiempo que protegerá la economía frente a choques estructurales internacionales.
Acuerdo con el FMI
El Banco Central indicó que la adquisición es “posible gracias al fortalecimiento patrimonial” de los últimos años, que garantiza la solidez del sistema financiero.
El fortalecimiento de las reservas internacionales es uno de los compromisos asumidos por el gobierno salvadoreño ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), como parte del programa de financiamiento de $1,400 millones.
De ese paquete, el BCR recibirá $570 millones, equivalente a un 40 %, para aumentar las reservas.
Las reservas internacionales son activos que disponen los países para satisfacer las necesidades de liquidez temporales, constituidas en garantías de préstamos, oro, depósitos en bancos o derechos especiales de giro (DEG).
Estas funcionan como un colchón cuando un país se enfrenta a problemas de liquidez. El acuerdo internacional establece como un límite aceptable que cubran como mínimo tres meses de importaciones.