La selección salvadoreño de fútbol cayó 2-1 ante Surinam en su segundo partido de eliminatoria mundialista de Concacaf rumbo al 2026, sin embargo y pese a esta dura derrota que supuso el regreso del combinado nacional al estadio Cuscatlán, la afición salvadoreña no dejó de alentar a los suyos.
Equipos de Diario El Mundo llegaron antes del partido que daba inicio a las 6:30 de la tarde, y ya se percibían los cánticos de aliento, frases de apoyo y la presencia de aficionados en los alrededores del estadio Cuscatlán.
A la hora de acercarse al partido, la venta de camisetas y bufandas iban creciendo en la entrada del estadio Cuscatlán, que también presencia los últimos días del parque de diversiones Sivarland.

Poco a poco, la afición empezó a llegar ya hasta personajes como “El Capitán El Salvador”, el “Indio Cuscatleco” también llegaron al recinto para poner su granito de arena en apoyo a la selección.

Durante el partido, la afición entonó con fervor el himno nacional, que se escuchó gritar y puso en sintonía a la afición con los jugadores. Posteriormente, al pitazo inicial, cánticos como “El Salvador, El Salvador”, se hicieron presente junto a los clásicos lemas “Si se puede, sí se puede”.
Pese al apoyo de la afición, el sentimiento de apoyo disminuyó tras el primer gol de Surinam, aunque había pocos aficionados que aún gritaban sus consignas, la decepción y tristeza llegó al cierre del primer tiempo, pese a la alegría momentánea de un gol no válido para la Selecta.
Pese a ello, y en un acto de compromiso del aficionado salvadoreño, los presentes en el estadio volvieron a creer y entonaron las clásicas frases de apoyo mientras la selección creyó en el aficionado y buscó el tan ansiado empate.
El ansiado gol de la Selecta, que significó el empate momentáneo, llegó al minuto 74 gracias a un autogol del defensa neerlandés Antefeme Dijksteel, tras ello, el estadio Cuscatlán se volvió en un oasis de felicidad mientras todos los presentes gritaban en gol.

Pese a ese momento de felicidad, la victoria de Surinam llegó en la recta final del encuentro, dejando a un Cuscatlán triste, pero con una leve esperanza que la Selecta se puede recuperar de cara a sus dos próximos partidos de eliminatoria mundialista.