Con el enfrentamiento entre Rennes y Olympique de Marsella como apertura, el fútbol francés inicia una nueva etapa con Ligue 1+, el canal oficial creado por la Liga para emitir la mayor parte de los partidos de la temporada.
La idea responde a una crisis prolongada en la venta de derechos de televisión. “Su creación es el fruto de un fracaso y conlleva un gran riesgo. Es un salto al vacío, la última oportunidad”, dijo a EFE Pierre Rondeau, analista deportivo y cofundador del Observatorio del Deporte de la Fundación Jean Jaurès. Pese a ello, el experto confía en que esta medida pueda estabilizar el modelo financiero de los clubes.
Rondeau considera que esta apuesta pone fin a las expectativas desmesuradas de alcanzar 1,000 millones de euros en derechos televisivos gracias al impacto internacional del PSG. A su juicio, ahora los clubes deberán implicarse en la creación de contenidos atractivos para sus abonados, algo que antes rechazaban.
El objetivo es captar un millón de suscriptores en la temporada inaugural y llegar a 2.5 millones en 2028/2029..
Para Joseph Oughourlian, presidente del Lens, “la clave es reconstituir la base de abonados y establecer un vínculo con el público francés. Los hemos perdido un poco”.
Las proyecciones de Rondeau señalan que los ingresos iniciales no superarán los 200 millones de euros, lo que obligará a los clubes a reducir gastos y a no depender de manera prioritaria de la televisión, una corrección que podría evitar el tipo de crisis que en 2018 acabó con el vínculo con Canal+ y el fracaso de Mediapro, Amazon y DAZN en el mercado francés.