Iñaki Williams, delantero del Athletic Club y nuevo primer capitán del equipo, lamentó este martes el impacto negativo de la campaña mediática que rodeó a su hermano, Nico Williams, ante su posible fichaje por el FC Barcelona. Aseguró que esa presión externa “ensució las cosas” y causó perjuicio tanto a la familia como al entorno del club vasco.
“Todos sabemos cómo funciona el mundo del fútbol y cuál es la presión que querían ejercer, sobre todo en el Athletic y sobre mi hermano. Es una campaña mediática que puede que ellos pensaran que les iba a funcionar. Nosotros, como club, cuando queremos a un jugador lo hacemos 'a lo bajini', y creo que ese ruido externo ha hecho mucho daño y ha ensuciado las cosas, porque muchas de las cosas que se filtraban a los medios eran mentiras”, expresó en rueda de prensa.
Según Iñaki, Nico ya tenía decidida su permanencia en Bilbao desde hace tiempo, aunque la redacción del contrato –que lo vincula con el Athletic hasta 2035– requirió discreción. “No se podía hacer público de la noche a la mañana”, explicó.El atacante reconoció que este verano fue “complicado a nivel fami
liar” por las constantes especulaciones y la presión mediática. “Muchas de las cosas que se han dicho sobre él son mentiras. Lo único que ha hecho es mantenerse en silencio. Todo el mundo está en su derecho de reflexionar sobre su futuro, pero en muchos momentos del verano la gente no ha sido justa con él”, afirmó.
Iñaki insistió en que su hermano tuvo plena libertad para elegir su destino, y destacó que no se trataba solo de escoger entre quedarse o marcharse al Barça. “Tenía muchas ofertas. Es un jugador de altísimo nivel con una cláusula asumible para grandes clubes. Pero el ruido externo y lo que ha pasado te puede hacer dudar. Aun así, ha tomado la mejor decisión, con el corazón y con ambición”, sostuvo.
Además, destacó la elección de Nico de quedarse en Bilbao como una muestra de compromiso con el club y sus raíces. “Lo fácil habría sido irse a un gran club a ganar Premier League o Bundesliga, pero ha decidido estar aquí, con el Athletic, hacer su legado, jugar junto a su hermano, que nuestros padres le vean cada día en San Mamés, con sus amigos y su novia”, afirmó.
En ese sentido, evocó la figura del exfutbolista Julen Guerrero como referente. “Ojalá Nico pueda llegar a ser lo que fue Julen, alguien que rechazó ofertas y se quedó. Ese mismo legado es el que ha decidido tener mi hermano”, apuntó.
Sobre las críticas en redes sociales y en el entorno local, fue contundente. “Las redes sociales las carga el diablo, pero luego paseas por Bilbao y la gente nos da cariño, nos pedían que no se fuera. La afición del Athletic es esa, no los que vandalizan un mural o dicen cosas que no deben”, señaló.
También valoró la importancia de que Nico, recientemente considerado el número 15 del mundo en su posición, apueste por seguir creciendo en el club. “Tenemos un jugador que ha sido el número 15 del mundo y ha decidido apostar por el Athletic. Quiere hacer las cosas bien, seguir su camino”, dijo.
Durante todo el proceso, Iñaki fue un apoyo constante para su hermano. “Tuvimos muchas videollamadas este verano. Le he aconsejado lo mejor, pero la decisión era suya. Siempre le iba a apoyar. Es mi sangre”. Agregó que, en ocasiones, tuvo que tranquilizarlo: “Se calentaba al ver cosas que no le gustaban, quería responder, y yo le pedía que mantuviera el perfil bajo”.
Visiblemente emocionado, celebró que puedan seguir compartiendo equipo. “Estamos orgullosos. ¿Quién nos iba a decir que íbamos a estar tanto tiempo juntos desde que jugábamos en el parque hace 20 años? Para mí, jugar con mi hermano es lo más grande”, confesó.
También anunció que será padre próximamente. “Dicen que es lo más grande que puede tener una persona. Me llega en un momento de madurez muy bueno”, comentó.
En cuanto a su nuevo rol como capitán, dijo sentirse preparado. “He tenido grandísimos capitanes como Muniain o De Marcos. Llevo 11 años en el primer equipo, pensaba que iba a pesar pero estoy preparado. Es una alegría inmensa”, declaró.
Al ser consultado por el significado de portar el brazalete como persona racializada, respondió: “Supone mucho. Si no fuese por mis padres, Nico y yo no estaríamos aquí. Tenemos la suerte de representar a mucha gente que viene de fuera. Ahora que parece que está de moda la ultraderecha, los que tenemos voz intentaremos seguir tirando barreras”.
Finalmente, habló de los objetivos deportivos del club. “No nos ha ido nada mal siendo humildes. Desde que llegó Ernesto hemos conseguido grandes cosas. Este año es más de lo mismo”, comentó. Y sobre el regreso del torneo continental, expresó entusiasmo: “Había muchas ganas de que sonara el himno de la Champions en San Mamés. Y como siempre, la Copa y la Liga son objetivos clave”.